miércoles, 18 de febrero de 2009

Reflexiones en la Soledad del Farmacéutico Rural

Hoy es un día en los que mi eterna compañera se hace más patente y ocupa un mayor espacio en la oficina de farmacia rural en la que diariamente trabajo, pero hoy no voy a criticarla como he hecho otras veces, ya que si algo me caracteriza es que intento buscar siempre algo positivo a todo lo que me ocurre, eso que algunos llaman ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío.


Por eso, y a pesar de que la caja de hoy va a ser peor que la de un día normal y el trabajo a realizar se va a limitar al administrativo (sellar y repasar recetas), voy a darle las gracias a la soledad porque me va a permitir disfrutar de algo de tiempo y por ello voy a agradecérselo invirtiendo este tiempo en reflexionar para, fruto de esta reflexión, escribir algo a colación de la aparición en escena de la Asociación de Farmacéuticos Rurales de Cuenca (AFARCU).


Cómo no, no puedo dejar de seguir la estela de compañeros míos como Paco González Lara y Paco Mateo, y felicitarlos, aunque de forma tardía, por la iniciativa que han llevado a cabo, es muy importante agruparse para defender tus posturas, pero al mismo tiempo esto me lleva a reflexionar sobre la cuestión y por ello quiero trasladároslo mediante este artículo.


Como he dicho antes, no puedo dejar de felicitar a nuestros compañeros de Cuenca por hacer uso del derecho de libre asociación, pero esto a mi juicio deja entrever una carencia en las estructuras de representación de nuestra profesión. Si los Colegios Profesionales son los máximos organismos de representación a nivel provincial, la creación de Asociaciones Profesionales paralelas en las que se acogen miembros que a su vez pertenecen a estos Colegios Profesionales, permite, sin ser demasiado inteligente, darnos una idea de que algo falla, y demuestra que estos Colegios Profesionales no defienden los derechos de todos sus colegiados.


En provincias como Cuenca donde la densidad de población es escasa y la dispersión geográfica bastante grande, esto es aún más grave, ya que lo que a mí me sugiere es una absoluta dejación de funciones por parte de dicho Colegio Provincial.


La agrupación en forma de asociaciones de profesionales que a pesar de tener a un gran número de integrantes no tienen representación en sus colegios provinciales, me parece algo positivo, tal vez podríamos ir pensando en constituir una a nivel nacional, pero al mismo tiempo da idea de una falta de miras por parte de las Juntas Directivas de sus Colegios que como en otros muchos aspectos, siguen dando la espalda a los defensores de un Modelo de Farmacia caduco al que han colocado de forma equivocada la etiqueta de inmejorable.


De los Consejos Autonómicos y el Consejo General ni voy a hablar, lo dejaremos para otro día, pero ya es hora, y esto es un toque de atención, de que se den cuenta que existe un movimiento formado por un grupo muy numeroso de profesionales que queremos que se nos oiga lo que tenemos que decir y que estamos muy cansados ya de seguir siendo el "escudo" frente a los embites liberalizadores europeos y a la par rehenes de un Modelo Farmacéutico que nos debe mucho y del que no recibimos nada.


Desde el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla,


Javier

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