lunes, 13 de agosto de 2012

Viabilidad de la Farmacia Rural


El margen de la Oficina de Farmacia lleva bajando mucho tiempo. En los 2.000 comenzó con la aplicación del RDL 5/2000, pero es desde la entrada en vigor de los RRDD 4/2010, 8/2010 y 9/2011 cuando la bajada se ha acentuado. Los descuentos de un 7,5% en el precio de los medicamentos innovadores repercuten en más de un 2 % en el margen que recibe la farmacia. Pero además del margen ha caído la facturación. Si atendemos a cifras reflejadas en el último informe de Antares Consulting podemos observar que entre los años 2010 y 2011 –24 meses- la facturación de las farmacias ha bajado un 11,2 %. Si, el margen que recibe la farmacia se ha resentido y se percibe notoriamente.

Para orientar y apoyar a la pequeña farmacia rural se podrían tomar medidas tales como, en primer lugar, el reconocimiento de su labor como garantes del modelo planificado de prestación farmacéutica. Sin la necesidad de un modelo planificado no tendría sentido la pequeña farmacia rural. Hay zonas muy despobladas a las que tiene que darse servicio y con el actual modelo retributivo la actividad de algunas farmacias no genera los recursos suficientes para garantizar una retribución digna del farmacéutico. Estimo habría de analizar contablemente cada farmacia en concreto y suplir las deficiencias que impidan que el farmacéutico titular tenga, como mínimo, unas condiciones laborales equivalentes a las de un farmacéutico al servicio de la administración, pues el servicio que se presta es un servicio público. Esto es muy difícil llevarlo al papel como norma general, pero creo que podría ser un modo de garantizar el servicio en los lugares más recónditos de nuestra geografía.

El cambio en el sistema retributivo es objeto de continuo debate, con posturas en el sentido de defensa del margen como único sistema de retribución y otras contrarias defensoras del pago por servicios. Es de todos conocido que en el término medio está la virtud. En cualquier caso no me parece que mediante ayudas, subvenciones sea la mejor forma de cubrir los déficit remunerativos de algunas farmacias. El coste del servicio de dispensación en determinados lugares, no cubierto por el margen que deja el medicamento, es muy difícil que pueda sufragarse con la adición del pago por otros servicios prestados dada la escasa población atendida, que por otra parte tiene el mismo derecho a serlo que en otros lugares con densidad poblacional mayor. Las actuales tablas que reflejan los índices correctores de márgenes, si bien son un primer paso para corregir deficiencias, han ser actualizadas y ajustadas a las verdaderas necesidades. Pero todo esto, ante la coyuntura económica de España, es implanteable en estos momentos. Una pena pero es así. 

Como he expuesto anteriormente con la escasa población a la que se atiende es muy complicado pretender buscar la viabilidad de las farmacias rurales en servicios añadidos. Existen tablas, como las propuestas por Sefar en un estudio publicado sobre el análisis práctico de laaplicación de RDL 16/2012 en la pequeña oficina de farmacia rural española, que podría servir de guía para la corrección del déficit de rentabilidad de las oficinas de farmacia rurales.


Andrés Reviriego.



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